Fomentar la prevención de incendios y apuntalar una cultura en la materia, requiere tomar con seriedad las acciones encaminadas a que suceda, de dicha necesidad se desprende la importancia de la actualización, tomada como un eje fundamental de actuación que permita construir la realidad de un México seguro, sin pérdidas económicas y de vidas humanas a causa de fuego.
Esta actualización debe ser pensada y aplicada de manera integral y no solo por sistemas aislados, ya que, no se puede concebir una adecuada protección si no se consideran todos los elementos de prevención, notificación, evacuación, detección, supresión, mediante diseños basados en normatividad y con la incorporación de productos certificados para uso contra incendio, solo así se podrá hablar de seguridad.
Por otro lado, tomar iniciativas que fomenten la actualización del sector en los rubros torales que lo fortalecen, tales como normativa, educación profesional o nuevas tecnologías, lo pone en una agenda y en una inercia internacional que tiene 17 directrices claras, que conforman los Objetivos de Desarrollo Sostenible que lidera la ONU de cara al año 2030.
Dentro de estos objetivos, la industria de protección contra incendio es tocada directamente por, al menos, cuatro de ellos: el 3, salud y bienestar; el 6, agua limpia y saneamiento; el 9, industria, innovación e infraestructura; el 11, ciudades y comunidades sostenibles. Ante ese contexto, el sector de PCI se encuentra ante una oportunidad
histórica para desarrollarse en el mundo, sobre todo en Latinoamérica, región en la que existe una deuda en la materia y de lo que da cuenta nuestro texto sobre el “Futuro de la región LATM PCI” incluido en esta edición.
Es ante ese panorama, que Revista Contra Incendio les presenta un número más, mostrando the big picture de la industria, los sistemas, los equipos y la ingeniería que conforman este gran sector, juntando la pluma de expertos nacionales e internacionales, acompasados con las historias y los datos de personas y vidas reales.