Volvimos, precavidos pero con ánimo de seguir adelante, regresamos a nuestros lugares de trabajo; reconocimos la silla que nos aguardaba, el trayecto que nos conduce a la oficina; otros, quizá tomamos el casco y volvimos a la obra. Retomamos la presencialidad de los eventos anuales y el sector contra incendio mostró compromiso y cercanía, mostró que es un gremio sólido caracterizado por la unión. Cerramos un año excelente, con fuerza y empuje para el cambio, empeñados en una transformación que implica una nueva cultura en materia de protección y prevención contra incendio en México, que solo se dará mediante un andamiaje normativo sólido; un sector de profesionales que se actualizan a través de certificaciones especializadas para la industria, con sustento Federal; y de una visibilidad que le confiere prestigio y reconocimiento de las cúpulas industriales, pero también, le permite permear en la ciudadanía a través de difundir la prevención como modo de vida.
Ahora bien, vivimos un contexto nacional en el que, según datos del INEGI en el primer semestre del año, las industrias manufactureras tuvieron el mejor desempeño, con un crecimiento de 3.5%, comparado con el año anterior, seguido por generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final 2.2% y la construcción 1.1%. Y nuestra industria, está presente trabajando de manera transversal con los sectores mencionados. Por ello, la trascendencia del trabajo gremial como el que realiza la AMRACI, construyendo en materia normativa, de profesionalización y de visibilidad durante una década, cuya memoria plasmamos en un artículo de este número. Además, ofrecemos información de nuevas normas y certificaciones que jugaran en el sector. Y que amalgamamos con nuestros artículos técnicos que no te puedes perder.
Recorre este mundo de la protección contra incendio; en cada página podrás ser testigo de un sector que planta bases sólidas al futuro. ¡Gracias lector, por seguir caminando con nosotros un año más!
