revista

Estructura de certificación para el sector contra incendio

Por: Juan Antonio Olivari Woodman

Por: Mario Alberto Rojas Lozada

Sumario: Ante un crecimiento exponenciado de las necesidades técnicas y de ingeniería aplicadas en la construcción y el desarrollo de ocupaciones, que cumplen las necesidades de una sociedad globalizada, la profesionalización se vuelve un tema toral que puede garantizar la operatividad y la seguridad.

Acerca del autor: Ingeniero Eléctrico-Mecánico por el Instituto Politécnico Nacional. Director del Fire Prevention Institute. Coordinador de CONAPCI-AMRACI.

Las diversas características de crecimiento que experimenta cada país o región dictan necesidades particulares que deben atenderse; actualmente, la profesionalización y actualización en materia técnica-ingenieril presentan un incremento exponencial, al menos, durante las últimas tres décadas. Una de estas especialidades, es, sin duda, el estudio de la planificación, diseño y ordenación de las zonas geográficas denominadas: urbanismo, construcción y edificación; claro es, que las primicias de investigación y boom tecnológico son propiciadas mayormente en países desarrollados, esquema que les permite adaptar las herramientas necesarias para un correcto crecimiento y aplicación de estas ciencias. Y es aquí, donde el marco normativo juega un papel vital para dictar los ordenamientos y lineamientos adecuados; agrupando diversos organismos, instituciones, colegios, asociaciones, etcétera, conformados por expertos y especialistas que darán pie a los primeros documentos técnicos que posteriormente evolucionarán en normas de distintas índoles, dependiendo de los intereses sectoriales, llegando incluso a una homogeneidad global de estándares. 

Al mismo tiempo, el ámbito social actual, ha manifestado gran interés a través de los gobiernos y el sector empresarial, incentivados por la misma población, generando así, normas de clima laboral, condiciones físicas y de seguridad en los centros de trabajo e incluso estándares de diversos factores psicosociales. Particularmente, el sector contra incendios del país, se ha preocupado por dichas solicitudes, tomando como premisa la protección de la vida y sus bienes materiales. 

Construir un andamiaje educativo

A través de estudios realizados por la Academia de Ingeniería México (AIM), se ha establecido que contamos con más de 50 carreras profesionales relacionadas con ingeniería y, desde luego, con ello se responde a las exigencias del desarrollo industrial. Sin embargo, ante este abanico de estudios y la creación de la Escuela Nacional de Ingenieros de México, no existe a la fecha, una profesión en materia de Seguridad y Protección Contra Incendios (PCI) inscrita en la Secretaría de Educación Pública o directamente en la Dirección General de Profesiones. Si bien, existen currículos profesionales afines a la materia, no son exactamente la especialidad per se. Ante tal escenario, preocupa también, la dispersión de criterios sobre lo que significa ser un ingeniero en PCI competente y la falta de vinculación con las iniciativas globales para mejorar la formación de ingenieros. Esencialmente, el gran cuestionamiento que debemos responder se centra en la incógnita que dicta ¿nuestro país cuenta con especialistas o expertos en esta materia?  

Para ello, el Consejo Nacional de Protección Contra Incendios (CONAPCI) y la Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI), han surgido como una respuesta a la premisa antes mencionada, analizando y estudiando las herramientas normativas y educativas que el país ofrece, para darle el justo valor que corresponde a estos especialistas.

La labor de estos profesionales se estructura en diferentes ramas y especialidades, abarcando diversas materias de estudio como lo son: las ciencias exactas, sociales, legales y administrativas. Por ende, surge un nuevo cuestionamiento que busca probar sus competencias en dichas áreas, ¿cómo evaluar estas características y desempeños?

En general, los países que se preocupan por dicha materia, han desarrollado esquemas de certificación para poder avalar y reconocer las habilidades de este gremio sin la necesidad de tener alguna carrera existente, ya que, por la misma naturaleza de la especialidad, tiene condiciones inexploradas por su propio tiempo de desarrollo (alrededor de 125 años), a diferencia de otras ingenierías que han proliferado por más del doble de tiempo.

Contexto nacional

En el caso particular de México, existen herramientas como las certificaciones de personal por sectores públicos y privados, las primeras mencionadas, cuentan con el aval de una Secretaría de Estado, específicamente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), por lo que estas, reconocen la competencia laboral mediante sellos de gobierno y se denomina Sistema Nacional de Competencias Laborales. Hablando del sector privado, se atiende a las necesidades individuales, que, si bien, también resuelven la incógnita, poseen reglas y metodologías propias que no necesariamente son homologadas ante la estructura gubernamental. 

Un nuevo punto de inflexión en el entramado se da con la fundación del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER), que juega un papel cardinal en relación con dichos estándares. Este, es una entidad paraestatal sectorizada en la SEP; con un órgano de gobierno tripartito; con representantes de los trabajadores, quienes en conjunto reconocen los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes de las personas, adquiridas en el trabajo o a lo largo de su vida; con certificaciones nacionales y oficiales. De tal manera que, el Sistema Nacional de Competencias Laborales, tiene una división de certificaciones que presento a continuación:

  • Los Estándares de Competencia Abierto (EC), así, simplemente por su nombre, son aquellos que se publican en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y que refieren a un sector, pero que son y pueden ser del dominio público; es decir, cualquier persona lo puede consultar y acceder a sus procesos de capacitación, evaluación y certificación si cuenta con las competencias que de él emanan. Estos EC se deben desarrollar y elaborar con base en el formato oficial y la metodología propuesta por el CONOCER para la elaboración de Estándares de Competencia.
  • Los Estándares de Competencia de uso Restringido/Cerrados (ECC), son aquellos que, por su naturaleza, en cuanto a seguridad o sectores de prioridad nacional, sólo son publicados en el DOF en su título pero no en su contenido. Estos ECC, por ejemplo, son los que elaboraron Comités de Gestión por Competencia, tales como el de la Policía, Guardia Nacional, Protección Civil, Bomberos, Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina, etcétera; y que sólo son utilizados por estas organizaciones. Estos ECC se deben desarrollar y elaborar con base en el formato oficial y la metodología sugerida por el CONOCER para la elaboración de Estándares de Competencia.
  • También existen los denominados Estándares de Competencia de Alcance Institucional (internacionales). El CONOCER identificará como EC de Alcance Institucional, aquellos Estándares de Competencia desarrollados/actualizados por organizaciones de cooperación internacional, de carácter internacional o instituciones públicas extranjeras. En este caso, no es requisito indispensable la aplicación de la metodología propuesta por el CONOCER, se podrá optar por la cesión de derechos de autor del EC, o bien, reservarse la propiedad de los mismos, en cuyo caso se firmará un convenio específico. 
  • Existe otro tipo de Estándar de Competencia Cerrado, tal es el caso de los Estándares de Competencia de Marca/Institucionales (ECM). Este tipo de ECM, son elaborados por la organización que se ostentará como autora y dueña de los derechos de uso y operación de dichos estándares; para ello, también es requisito establecer un convenio de colaboración-cooperación con el CONOCER. Aquí la principal característica es que existen otros requisitos diferentes para el desarrollo y reconocimiento de este organismo; este tipo de ECM tampoco está sujeto a la metodología propuesta por el CONOCER para el desarrollo de Estándares de Competencia. La organización, dueña de los derechos de autor del ECM, no se ve forzada a utilizar ni el formato, ni la metodología mencionada, solamente debe referir a un parámetro bajo el cual se establezca la competencia de la persona, para lograr la función productiva propuesta. Tampoco se publica en el DOF el contenido de dicho estándar, sólo el título. Este esquema permite que una persona evaluada pueda obtener un certificado CONOCER acompañado siempre de un certificado de la organización que elaboró dicho estándar.

Opciones para el profesional de PCI

Siguiendo la lógica del contexto antes mencionado, la herramienta educativa con reconocimiento nacional, más adecuada, para la industria de protección contra incendios en México, es, sin duda, el estándar de competencia abierto, y con ello, la respuesta al entresijo.

Actualmente, se encuentran disponibles en el Registro Nacional de Estándares de Competencias (RENEC), que es básicamente un catálogo oficial, los estándares desarrollados por la misma industria de PCI, dentro de los cuales están: EC0764 Diseño Básico de Sistemas de Rociadores Automáticos Contra Incendios, EC0955 Diseño de Sistemas de Alarma, Detección de Incendio y Notificaciones de Emergencia, EC0767 Mantenimiento de Extintores de Incendio Portátiles y Sobre Ruedas sin Locomoción Propia; detectados como las primeras necesidades a cubrir. Con esta iniciativa, CONAPCI-AMRACI tomó el liderazgo en el sector y ha creado un mecanismo regulatorio que, a partir de las NMX de servicio (sistemas) como los son la NMX-S-066-SCFI-2015 Seguridad – Equipo de Protección Contra Incendios – Sistemas Fijos – Sistemas de Rociadores Automáticos – Diseño e Instalación, NMX-S-069-SCFI-2021 Seguridad – Sistemas de Alarmas de Incendio y Señalización – Aplicación, Instalación, Inspección, Pruebas y Mantenimiento y NMX-S-071-SCFI-2022 Seguridad - Bombas Estacionarias de Protección Contra Incendios - Instalación (también generadas por los mismos organismos) referencian directamente a los estándares de competencia antes mencionados, estableciendo un círculo virtuoso, en la cadena de valor, que da fortaleza a la industria, pero sobre todo, certeza al gobierno, empresarios y sociedad civil que interactúa dentro de una edificación o centro de trabajo, sobre la salvaguarda de su vida e integridad de los bienes inmuebles; por ende, cuando se requiera en una obra o licitación pública o privada que haga referencia a dichas NMX, será necesario que el diseñador que firme el diseño de los sistemas contra incendios, esté certificado en dichas competencias, por lo tanto, la Unidad de Inspección (antes Unidades de Verificación) también requerirá de ello para poder dar cumplimiento al proceso regulatorio.

Al presente, estas certificaciones se conocen en la industria como CETRACI (Certificación en Tecnologías de Rociadores Automáticos Contra Incendios), CEDACI (Certificación en Diseño en Detección y Alarma Contra Incendios), CEMIRE (Certificación en Mantenimiento y Recarga de Extintores), y próximamente estará disponible una certificación más impulsada también por CONAPCI-AMRACI que cubrirá las necesidades de otro eslabón más, el mantenimiento, específicamente, Pruebas e Inspección de Sistemas de Protección Contra Incendios Base Agua. 

Por otra parte, el mercado actual ha comenzado a exigir que los profesionales demuestren sus competencias en sus especialidades de práctica. La certificación es una credencial importante que acredita dicha competencia, demuestra el conocimiento, ofrece reconocimiento de pares, así como el compromiso con la profesión, mejorando con ello, la trayectoria profesional.

Como bien podrán deducir, los pasos andados en esta materia son firmes y han contribuido de manera exitosa para mejorar las condiciones de seguridad y protección contra incendios en nuestro país, esquemas que seguirán creciendo en los próximos años y que bien pueden ser replicables en países que cuenten con una infraestructura similar a México. 

 

Balazo: Estas certificaciones se conocen en la industria como CETRACI, CEDACI, CEMIRE y próximamente estará disponible una certificación más impulsada también por CONAPCI-AMRACI que cubrirá las necesidades de otro eslabón más, el mantenimiento.

Estándar de competencia

Certificación

Año de surgimiento

EC0764 Diseño Básico de Sistemas de Rociadores Automáticos Contra Incendios

CETRACI

2015

EC0955 Diseño de Sistemas de Alarma, Detección de Incendio y Notificaciones de Emergencia

CEDACI

2020

EC0767 Mantenimiento de Extintores de Incendio Portátiles y Sobre Ruedas sin Locomoción Propia

CEMIRE

2022






Suscríbete ahora

a nuestra revista

Llenando el formulario a continucación

adobe
vix
Champions