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Conmemoración anual, la prevención en el ojo público

Por: Redacción

El tema de los incendios urbanos sigue lacerando e impactando a la sociedad mexicana, con la misma frialdad de los números que a continuación presentamos:

  • Cada año, ocurren más de 95 mil incendios entre urbanos y no urbanos en el país, estos, son responsables del 31 % de los desastres y generan un 26.9 % de la totalidad de la mortalidad; datos obtenidos en un reciente estudio realizado por CONAPCI que recopila información del INEGI y de diversos cuerpos de bomberos.
  • Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en el mundo fallecen más de 267 mil personas a causa de incendio, prácticamente el 60 % ocurren en grupos vulnerables como adultos mayores y menores de edad.
  • Más del 80 % de las muertes que se producen en los incendios, son consecuencia de los gases en combustión que provocan intoxicación, asegura la OMS.
  • En México se estiman alrededor de 700 muertes anuales por quemaduras, según datos de CONAPI y CONAPCI.
  • De acuerdo a la AMIS, en cinco años, se reportan pérdidas por 38 mil millones de pesos a causa de incendios.

Entrando en un camino de no retorno, la problemática de los incendios en México se visibilizará como nunca antes, permitiendo mejores condiciones para el sector y garantizando la vida de las personas. Dicha visibilidad, comenzó a gestarse desde AMRACI-COANPCI y el apoyo del diputado César Agustín Hernández Pérez, integrante del grupo parlamentario de Morena en la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión, que ha sometido a consideración de la honorable asamblea, la iniciativa con proyecto de Decreto por el que se declara el día 8 de octubre como el “Día Nacional de la Prevención de Incendios”, ello con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 6, numeral 1, fracción I; 76, numeral 1, fracción II; 77, numeral 1, y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados.

Frente a dicho contexto se presenta la iniciativa de establecer el 8 de octubre como el “Día Nacional de la Prevención de Incendios”, medida que nos recuerde la importancia de sensibilizar, concientizar y fomentar una verdadera cultura de su prevención y autocuidado, e impulsar la generación de una sociedad más resiliente, reduciendo la pérdida de vidas, el impacto social y económico que provocan estos fenómenos antropogénicos.

Esto mejora la calidad de vida, y al mismo tiempo, se ofrecen herramientas a la sociedad civil, que le permiten enfrentar situaciones de esta magnitud. Permite promover campañas de sensibilización, concientización y de autocuidado, saber cómo actuar antes, durante y después de un incendio; promover el uso de tecnologías de detección, alarma, supresión y materiales retardantes al fuego; capacitación y certificación de personal médico en atención especializada del paciente quemado. Pero sobre todo, contribuye a la reducción de riesgos, a cuidar el patrimonio, a salvar vidas y abona a los principios fundamentales como salud, seguridad y bienestar de la sociedad.

Pero es además, el antecedente de una celebración más grande, de carácter global, ya que, el 8 de octubre también conmemora el Día Mundial de la Seguridad Contra Incendio, una celebración que marcará un hito histórico en la manera de concebir la prevención, generando un cambio cultural que surge como respuesta a la creciente necesidad de fortalecer la conciencia, educación y acción colectiva frente al riesgo de incendios a nivel global.

La fecha reconoce el papel esencial de la planificación, la tecnología y la formación continua para evitar tragedias que, en muchos casos, pueden prevenirse con medidas adecuadas.

En un contexto donde los incendios —ya sean estructurales, industriales o forestales— continúan generando graves impactos humanos, económicos y ambientales, esta conmemoración busca:

  • Elevar el nivel de conciencia sobre los riesgos y cómo mitigarlos.
  • Fortalecer el cumplimiento de normativas nacionales e internacionales y buenas prácticas.
  • Destacar la importancia de invertir en soluciones innovadoras y sostenibles que sean listadas o certificadas.
  • Poner en valor el trabajo de quienes, desde distintas disciplinas, hacen posible la seguridad de las personas y los bienes.

En este sentido, el llamado es claro, de manera individual y colectiva, establezcamos un compromiso con la seguridad integral y sumemos a esta iniciativa global como actores activos en la construcción de entornos más seguros, resilientes y preparados, no solo desde el área técnica, sino desde una lógica de responsabilidad ética y cultural.

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