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Los atajos ponen en riesgo la seguridad

Por: Redacción

La Ciudad de México, vivió una vez más, el dolor de una tragedia evitable, cuando el lunes 3 de mayo del 2021, se desplomó una columna que sostenía un tramo elevado entre las estaciones Tezonco y Olivos, de la línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, en donde murieron 26 personas. Situación que deja al descubierto la posible complacencia, la conveniencia y los atajos para ahorrar tiempo y dinero a la hora de construir tales obras públicas.

Además, deja en evidencia el rezago en las acciones y la cultura de la seguridad humana que prevalece en todas las esferas de la sociedad, por ello, a continuación, retomamos una reflexión de Jim Pauley, presidente y CO de NFPA.

Durante las últimas semanas, no ha habido escasez de catástrofes en todo el mundo. Desde el devastador incendio del hospital en Bagdad hasta el desastre del metro en la Ciudad de México, estos y otros incidentes mortales reflejan un tema demasiado común: la falta de uso e implementación de los últimos códigos y estándares de vida y contra incendios, así como otras salvaguardas, situación que contribuye directamente al impacto en muertes, lesiones y millones de dólares en daños directos a la propiedad, que de otro modo podrían haberse evitado.

Inmediatamente después de tales tragedias, a menudo se habla mucho de mejorar y aplicar las lecciones aprendidas en el futuro. Desafortunadamente, como estas convicciones tienden a disiparse con el tiempo, los escollos que con frecuencia contribuyen a los grandes incendios y otros desastres, como la complacencia, la conveniencia, los atajos para ahorrar tiempo y dinero, vuelven a afianzarse.

Los eventos que han ocurrido en los cuatro años desde el incendio de la Torre Grenfell son un excelente ejemplo de este patrón peligroso. Poco después de que se identificaran las fallas que provocaron el incendio mortal, incluido el revestimiento altamente inflamable que se usó como un componente de la pared exterior del edificio, hubo un compromiso colectivo para realizar los cambios necesarios en materia de seguridad personal y contra incendios. Un avance rápido hasta el día de hoy y un plan para desmontar y reemplazar los componentes de las paredes exteriores en miles de edificios en el Reino Unido se ha estancado, como resultado de un debate en curso sobre quién debería pagar el trabajo. El impulso para realizar las mejoras necesarias ha dado paso a una lucha entre múltiples grupos sobre quién es responsable de poseer estos esfuerzos.

En resumen, a medida que el tiempo y otros factores erosionan el sentido de urgencia, para realizar mejoras impactantes, el precio que pagamos cuando ocurre otra catástrofe evitable es demasiado alto.

Mientras NFPA celebra su 125 aniversario, estoy orgulloso de todo lo que hemos logrado colectivamente para eliminar los incendios y los peligros relacionados de nuestro mundo. Hemos llegado tan lejos y hemos logrado mucho. Sin embargo, si todo lo que sabemos y hemos aprendido durante los últimos 125 años no se aplica plenamente, de la mejor manera posible, el progreso se verá obstaculizado y se seguirán produciendo tragedias evitables.

El próximo mes, como parte de nuestra serie de conferencias del 125 aniversario, la NFPA organizará un día completo de sesiones que abordarán los problemas, oportunidades y desafíos más urgentes de construcción y seguridad humana. Llamada el “Gran Mundo de la Construcción y la Seguridad Humana”, esta sesión de un día completo, cubrirá todo, desde incendios en sitios de construcción, inspecciones virtuales remotas (RVI) y posibles incendios en riesgo de instalaciones que cultivan, extraen y extraen cannabis, hasta tecnologías emergentes como drones e impresión 3D, entre otros temas.

Entretejidos en estas presentaciones, estarán los principios rectores del ecosistema de seguridad contra incendios y vida NFPA®, incluida la importancia crítica de tener un sistema completo de seguridad en su ocupación. Ya que, Si falta incluso un componente del ecosistema, como se evidencia en los trágicos incidentes que han ocurrido recientemente, el riesgo de tragedia no es simplemente más probable, es inevitable.

Para todos nosotros en el mundo del fuego y la seguridad de la vida, continuar aprendiendo y aplicando nuestro conocimiento al trabajo que hacemos es esencial para proteger verdaderamente a las personas y poblaciones que confían y dependen de nosotros para mantenerlas seguras. Si aplicamos ese compromiso e integridad compartidos para mitigar el riesgo, la carga del fuego y los peligros relacionados sin duda disminuirá drásticamente en los próximos 125 años. Y eso sería algo para celebrar.

Fuente: https://www.nfpa.org/nfpanetwork?utm_source=nwsl&utm_medium=email_medium&utm_campaign=nwsl0034&utm_content=nwsl&order_src=e674&mi_u=%7B6E65B5F3-2C63-4B92-B61C-16227EAA04ED%7D

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